4 sopas para depurar el hígado y los riñones
Aunque solemos comer la lechuga cruda y en ensalada, debemos tener en cuenta que resulta mucho más digestiva si la cocinamos como hacemos con otras verduras.
El hígado y los riñones son órganos que se encargan, entre otras funciones, de contribuir a eliminar las toxinas que se acumulan en el organismo y que, a corto y largo plazo, empeoran nuestra calidad de vida y nos ocasionan problemas de salud agudos y crónicos.
Por este motivo es fundamental facilitar su labor depurativa con alimentos y suplementos naturales cada cierto tiempo.
En este artículo te presentamos una manera sencilla y placentera de potenciar la desintoxicación que realizan estos órganos por medio de unas deliciosas sopas que contribuyen a eliminar estas sustancias tóxicas de nuestro cuerpo.
¿De dónde provienen las toxinas?
Todas las personas acumulamos toxinas, a pesar de que el hígado y los riñones trabajan de manera continuada para eliminarlas.
No obstante, hay muchos factores que intervienen en la acumulación de estas sustancias y, cuando las tenemos en gran cantidad, los órganos depurativos tienen dificultades para hacer su limpieza diaria.
Estas son las cuestiones que provocan la retención de toxinas:
Alimentos que no digerimos bien.
Alimentos ricos en grasas poco saludables.
Exceso de proteína animal.
Aditivos alimentarios: conservantes, colorantes, saborizantes, etc.
Alcohol.
Tabaco y todo tipo de hábitos tóxicos.
Productos corporales convencionales (jabones, cremas, dentífricos, etc.).
Contaminación ambiental (pesticidas, gases, etc.).
Medicamentos.
Emociones negativas.
Sopas depurativas
Para elaborar estas sopas elegimos alimentos con propiedades depurativas que faciliten la función natural del hígado y los riñones.
Para aliñarlas, podemos usar jugo fresco de limón, vinagre de manzana, aceite de oliva y una pizca de cayena y sal marina.
Podemos tomarlas durante dos semanas en la cena, como primer plato, acompañándolas con algo de proteína ligera (pescado o huevo) y una pieza de manzana o fruta.
El resto del día deberemos llevar una alimentación lo más equilibrada posible y beber mucha agua fuera de las comidas. Evitaremos todos los factores que hemos citado en el apartado anterior, ya que sino las sopas no podrán hacer su efecto positivo en nuestra salud.
Sopa de ortiga y apio
La ortiga es una planta silvestre muy depurativa de la sangre. La podemos recoger del campo, de lugares sin contaminación y con guantes de plástico. También la podemos comprar en el herbolario. Destaca por las siguientes propiedades:
Antiséptica
Antiinflamatoria
Astringente
Desintoxicante
Antirreumática
Hipoglucemiante
El apio también es un gran depurativo que no solo mejora el funcionamiento del hígado y la vesícula biliar, sino que también beneficia a los riñones, por lo que no puede faltar en esta receta.
Sopa de diente de león y lechuga
El diente de león contiene vitaminas A, B y C, ácido fólico, potasio, silicio, hierro y taninos. Funciona tanto sobre el hígado como sobre los riñones, por lo que es un desintoxicante muy completo. También es diurético, digestivo y ligeramente laxante.
Lo podemos consumir fresco o seco.
Estamos acostumbrados a consumir la lechuga en ensalada. No obstante, la podemos cocinar como cualquier otra verdura, y de este modo resulta incluso más digestiva.
Tiene grandes propiedades diuréticas y además nos ayuda a regular el sistema nervioso, por lo que es muy beneficiosa para descansar bien si la tomamos en la cena.
Sopa de cúrcuma y avena
La avena, además de dar un poco de consistencia a esta sopa, contiene fibras y proteínas vegetales que nos ayudan a eliminar las sustancias tóxicas del cuerpo.
Además, este cereal es muy nutritivo y a la vez favorece el tránsito intestinal, el cual debe funcionar correctamente si estamos haciendo una depuración.
La cúrcuma es una especia imprescindible en nuestra dieta diaria. Es un potente anticancerígeno y antiinflamatorio, nos ayuda a expulsar la bilis y, por lo tanto, a descongestionar el hígado.
cúrcuma Frabisa
Sopa de cebolla y alcachofa
La sopa de cebolla es una receta clásica muy medicinal y reconfortante. La cebolla es rica en minerales como el calcio, el magnesio, el hierro, el fósforo o el azufre, entre muchos otros, y también contiene vitaminas A, B, C y E. Tanto si la comemos cruda como cocinada, va a contribuir a facilitar la función renal.
La alcachofa es una de las verduras más conocidas para proteger el hígado, y se pueden consumir directamente tanto sus hojas como en infusión.
Para elaborar esta sopa podemos usar ambas cosas. Solo debemos tener en cuenta el sabor amargo que le va a dar a la sopa, en especial si usamos las hojas.