sábado, 1 de diciembre de 2018

Como lograr la juventud más duradera

 y longevidad extrema
El interés y la inversión en terapias antienvejecimiento están en aumento. Su finalidad no solo es vivir más tiempo, sino ser lo más joven y mantenerse lo más saludable posible durante un período de tiempo más prolongado.
Algunos expertos advierten que el riesgo de cáncer aumenta cuando se alargan los telómeros por la sobreexpresión de la telomerasa.
Los investigadores han descubierto que ciertas hormonas afectan tanto la duración de la vida como el tamaño del cuerpo. Asimismo, se han realizado estudios con animales, que demostraron una disminución en el envejecimiento al mitigar este sistema hormonal en la edad adulta y como resultado el animal vive y se mantiene más tiempo sin enfermedades.
Otra investigación de longevidad se centra en la eliminación de células senescentes o que no se dividen, así como en el uso de la metformina, un medicamento antidiabético.
Los telómeros se descubrieron por primera vez en la década de 1930. Cada célula de su cuerpo contiene un núcleo, y dentro él se encuentran los cromosomas que albergan a sus genes. El cromosoma está formado por 2 "brazos", y cada brazo contiene 1 molécula de ADN, que es similar a una cadena de perlas formadas por unidades llamadas bases.
Una típica molécula de ADN tiene aproximadamente 100 millones de bases a lo largo, está enroscada como un resorte que se extiende desde un extremo del cromosoma hasta el otro y en la punta de cada brazo se encuentra el telómero.
En 1973, Alexey Olovnikov descubrió que los telómeros se van acortando con el tiempo porque no se replican por completo cuando la célula se divide. Por lo tanto, conforme va envejeciendo, sus telómeros se van acortando progresivamente.
Si examinara la punta del cromosoma cuando se produce la concepción en el útero, descubriría que un telómero tiene aproximadamente 15 000 bases a lo largo. Sus células comienzan a dividirse inmediatamente después de la concepción y sus telómeros se van acortando con cada división. Una vez que los telómeros se hayan reducido a unas 5 000 bases, fallecerá por causas propias de la vejez.
En 1984, Elizabeth Blackburn, Ph.D. y profesora de bioquímica y biofísica en la Universidad de California en San Francisco, descubrió que la enzima telomerasa puede alargar el telómero al sintetizar el ADN con un iniciador de ARN.
La experta, junto con Carol Greider y Jack Szostak, fueron galardonados con el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 2009 por haber descubierto cómo los telómeros y la enzima telomerasa protegen a los cromosomas. En la actualidad.