El nuevo método abre una puerta a la
esperanza de los millones de enfermos que hay en todo el mundo. Al ser reinyectadas al cuerpo humano, las células
madre se reparten por todos los órganos a través del torrente sanguíneo y
suelen concentrarse en aquellos que más las necesitan. En el caso de los
pacientes diabéticos, la acción de las células madre se intensifica en el
páncreas.
Las células
autólogas son las que provienen del mismo paciente. A los niños se les extrae
con punción en la tibia, en un proceso en quirófano que demora cerca de 40
minutos. En los adultos, la opción tradicional es extraerlas con punción en el
esternón pero últimamente se ha impuesto el uso de la máquina de aféresis, que
permite obtener las células madre a través de las venas, en una operación que
demora dos horas y media.
Los enfermos de diabetes ya tienen una buena
razón para depositar sus esperanzas en los estudios que utilizan las células
madre adultas. Científicos ha conseguido que el páncreas de un paciente
diabético produzca insulina al implantarle en los vasos sanguíneos células
extraídas de su propia médula ósea, según informo la BBC. Al mismo tiempo, a
los expertos que certifican la eficacia de las células estaminales en
determinados tratamientos terapéuticos y las ventajas de esta línea de
investigación frente a las embrionarias, se empiezan a sumar también los medios
de comunicación.
El
equipo médico no tuvo que intervenir quirúrgicamente al enfermo, puesto que el
implante se realizó por vía intravenosa. Según los especialistas que le
atendieron, el paciente de 42 años ha tenido una evolución favorable y lleva
una vida completamente normal en su casa. Los investigadores, de la Universidad
Nacional de Rosario, a unos 200 kilómetros al norte de Buenos Aires, han
precisado también que ésta es la primera vez que se utiliza a nivel mundial
este método para tratar la diabetes, y que el éxito del tratamiento se debe
fundamentalmente al hecho de haber utilizado células madre extraídas del propio
paciente, lo que ha evitado cualquier tipo de rechazo.
En Caracas Venezuela, Alami
Rivero, cirujana y especialista en Medicina Regenerativa, aplica esta
terapia desde hace varios años, para tratar diversas patologías en el Centro
Médico Integral Santa Rosa de Lima (teléfono 58212 991.2612). El procedimiento
fue desarrollado por el hematólogo argentino Edgardo Celli, se realiza en un
máximo de tres horas, es ambulatorio, no amerita reposo y el paciente puede,
ese mismo día, regresar a su rutina, manejar o trasladarse en avión. Solo a los
niños, siempre mayores de tres años, se les aplica sedación suave.
Esperanza
para los diabéticos
Aunque
hasta ahora esta enfermedad no tiene cura, los investigadores argentinos
consideran que el nuevo método abre una puerta a la esperanza de los millones
de enfermos que hay en todo el mundo.
La
diabetes se produce cuando el organismo humano no puede producir insulina o
produce una cantidad insuficiente de esta hormona, generada por el páncreas
para mantener constante el nivel de glucosa en la sangre y regular así el
metabolismo de los hidratos de carbono. Al salir del páncreas, la insulina pasa
a la corriente sanguínea y facilita que el azúcar resultante de la digestión de
los alimentos penetre en las células y se transforme en la energía que demanda
nuestro organismo.
Cuando
la glucosa no puede entrar en las células, debido a la falta de insulina, se
acumula en la sangre y provoca los síntomas de la diabetes: fatiga,
irritabilidad, aumento de la sed, mucha orina, calambres en las manos o pies y
úlceras.
Más
expertos a favor
Tal
como han confirmado recientemente tres expertos en medicina regenerativa, la
ventaja de la utilización terapéutica de células madre adultas sobre el uso de
las embrionarias radica en hechos constatados. Las células obtenidas de
embriones, que posteriormente son destruidos, son incontrolables por dos
motivos: En primer lugar, al ser indiferenciadas, hay que saber cómo dirigirlas
para poder obtener el tipo concreto de célula que se necesita en un tratamiento
terapéutico determinado. Y ese conocimiento no está todavía al cien por cien al
alcance de los científicos. En segundo lugar, las células embrionarias se multiplican
más rápidamente que las adultas y sin control, por lo que suelen ocasionar
tumores que son rechazados por el organismo como canceroso al tratarse de
células distintas a las del propio paciente.
Según
publico ACEPRENSA, el cirujano cardiólogo Christof Stamm, de la Universidad de
Rostov, en Alemania, ha trasplantado con su equipo en más de 200 ratones un
tipo concreto de célula madre adulta sin que se produjeran tumores en ningún
caso; y el mismo resultado se obtuvo cuando se aplicó esta técnica a 40
pacientes humanos.
Por
otra parte, la doctora Catherine Verfaille, directora del Instituto de Terapia
Celular de la Universidad de Minnesota (Minneapolis, Estados Unidos),
descubridora de las células MAPC (Multipotent Adult Progenitor Cells), ha
afirmado que entre el trasplante y la aparición del tumor utilizando células
embrionarias transcurren como máximo seis semanas. En cambio, cuando se emplean
células madre adultas como MAPC, los experimentos en ratones confirman que no
se producen tumores durante un período superior a dos años, lo que en los
humanos vendrían a representar unos 80 años. Estos resultados coinciden con los
efectuados en 2003 en el Instituto Max Planck de Colonia, en Alemania.
Las
ventajas de las células estaminales adultas sobre las embrionarias son
confirmadas también por la doctora Claudia Navarini, profesora de la Facultad
de Bioética del Ateneo Pontificio Regina Apostolarum (Roma). Según información
de ZENIT, esta experta constata que “mientras las estaminales embrionales no
han dado resultados –por razones técnicas (y no económicas) que son bien
conocidas por la comunidad científica–, la terapia con las estaminales adultas
es una reconfortante realidad que va enriqueciéndose casi a diario con nuevos
descubrimientos y nuevas aplicaciones”. Además, Navarini opina que la
extracción de células madre embrionarias no sólo no conduce a éxitos en las
investigaciones, sino que “causa directamente la muerte de los embriones”. Sin
embargo, “el embrión es un ser humano, susceptible de derechos y dotado de
dignidad personal”, afirma la doctora italiana.
¿Por
qué las embrionarias?
Siendo
esto así, cabe hacerse la misma pregunta que plantea Navarini: ¿Por qué,
entonces, se quieren enfatizar prácticas que causan directamente la muerte de
los embriones sin ninguna ‘necesidad’ de hacerlo, dado que tales prácticas no
funcionan?
Para
la especialista la razón está en “la tendencia cultural actualmente difundida
que considera al embrión un objeto de consumo, cuyas cualidades para el
consumidor son adecuadamente publicitadas y perfeccionadas… El objetivo, de
hecho, no es tanto usar el embrión, sino poderlo usar a placer, o sea,
favorecer en toda forma su reducción a ‘cosa’, a producto”.
Tal
como informa también ACEPRENSA, “el mayor desarrollo de las investigaciones con
células madre adultas se reconoce en el hecho de que 19 de los 20 proyectos de
medicina regenerativa que financia la Comisión Europea utilizan estas células y
sólo uno de embrionarias”. ¿Por qué se trabaja entonces con las células
extraídas a embriones? La respuesta es doble: por un error inicial y porque
tienen un valor incuestionable para conocer el proceso de diferenciación de las
células madre.
En
cuanto al error inicial, “cuando estas experiencias se iniciaron en Estados
Unidos, la industria financió lo que el mundo científico estimaba que podría a
corto plazo producir mayor información, mayor rendimiento y agilizar la formación
de cultivos que se pudieran utilizar en terapéutica humana”. Pero los
resultados obtenidos con las adultas han roto este esquema y la industria
biotecnológica no acaba de decidirse a cambiar toda una larga línea de
investigación. En cuanto a la segunda cuestión, se estrella de momento con los
dos problemas descritos anteriormente, el no poder “dirigirlas” adecuadamente y
la proliferación descontrolada de células.
Los
medios reaccionan
Ante
los avances que están demostrando los estudios con células estaminales adultas,
los medios de comunicación empiezan a hacerse eco de los éxitos terapéuticos
obtenidos y reconocen sus ventajas sobre las embrionarias. Las mayores alegrías
podrían venir de las progenitoras celulares obtenidas de tejido adulto, una
fuente de material ajena a la polémica ética”.
En
el artículo se reconoce que todavía hoy de las que más se habla es de las
embrionarias: “Aunque son de las que más se habla, sería un error grave no
referirse a las células madre adultas, porque están mucho más cerca de la
aplicación clínica y, en años venideros, veremos sin lugar a dudas los primeros
ensayos en los que se utilizarán para reparar el corazón, los huesos y el
cartílago”, dicen los expertos. En realidad, hace unos varios años que ya están
dando resultados en algunas de esas aplicaciones terapéuticas y, a la vista de
la situación actual.
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