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gran misiva que les hago llegar a todos nuestros lectores y lectoras deléitese con esta gran noticia.
La artemisinina transforma las células alfa del páncreas en células
productoras de insulina.
14 de
diciembre, 2016
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El medicamento artemisinina transforma las
células alfa productoras de glucagón en el páncreas en células productoras de
insulina. Mediante un ensayo especialmente diseñado y totalmente automatizado,
científicos austríacos probaron los efectos de una biblioteca representativa de
fármacos aprobados en células alfa cultivadas y detectaron que el fármaco usado
contra la malaria realiza ese trabajo.
MADRID, (EUROPA PRESS) 14DIC2016
Durante años, investigadores de todo el mundo han
intentado diversos enfoques con células madre o adultas para sustituir las
células beta destruidas en los pacientes con células recién producidas que
secretan insulina, un esfuerzo que llevó a entender los mecanismos moleculares
involucrados en el desarrollo de las células beta, a falta de hallar un
compuesto capaz de realizar ese cambio.
Este equipo coordinado por Stefan Kubicek, líder del
grupo en el Centro de Medicina Molecular de la Academia de Ciencias de Austria
(CEMM) ha demostrado que las artemisininas dan en el blanco. "Con nuestro
estudio, podríamos demostrar que las artemisininas cambian el programa
epigenético de las células alfa productoras de glucagón e inducen profundas
alteraciones de su función bioquímica", explica Kubicek.
Las células alfa y beta forman, junto con al menos
otros tres tipos de células altamente especializadas, los llamados islotes de
Langerhans en el páncreas, los centros de control del cuerpo para la regulación
del azúcar en la sangre. La insulina, la hormona producida por las células
beta, se centra en la reducción de la glucosa en la sangre, mientras que el
glucagón de las células alfa tiene el efecto contrario.
Pero esas células son flexibles: estudios previos han
demostrado que las células alfa pueden reponer las células productoras de
insulina después de la pérdida extrema de células beta. Se ha identificado el
regulador maestro epigenético Arx como el jugador molecular clave en el proceso
de transformación.
"Arx regula muchos genes que son cruciales para
la funcionalidad de una célula alfa -subraya Stefan Kubicek--. En el trabajo
anterior de nuestro colaborador, el equipo de Patrick Collombat mostró que un
golpe genético de Arx conduce a una transformación de las células alfa en
células beta". Sin embargo, este efecto sólo se observó en organismos
vivos modelo, sin saber si desempeñan un papel factores adicionales de las
células circundantes o incluso órganos distantes.
TIENE EL MISMO EFECTO QUE LA PÉRDIDA DE ARX, UN
REGULADOR EPIGENÉTICO
Para excluir estos factores, el equipo de Kubicek
junto con el grupo de Jacob HecksherSorensen, de Novo Nordisk, diseñó líneas
especiales de células alfa y beta para analizarlas aisladas de su entorno.
Estos expertos demostraron que la pérdida de Arx es suficiente para conferir la
identidad de las células alfa y no depende de la influencia del cuerpo. Con
esas líneas celulares, los investigadores de CEMM pudieron probar su biblioteca
de compuestos y descubrir que las artemisininas tenían el mismo efecto que una
pérdida de Arx.
En estrecha colaboración con los grupos de
investigación de CEMM dirigidos por Christoph Bock y Giulio Superti-Furga, así
como el grupo de Tibor Harkany en la Universidad Médica de Viena, Austria,
lograron aclarar el modo de acción molecular mediante el cual las artemisininas
modifican las células alfa: el compuesto se une a una proteína llamada
gefirina, que activa los receptores GABA, interruptores centrales de la
señalización celular. Posteriormente, el cambio de innumerables reacciones
bioquímicas lleva a la producción de insulina.
Otro estudio de Patrick Collombat, publicado en el
mismo número de 'Cell', muestra que en modelos de ratones las inyecciones de
GABA también conducen a la transformación de células alfa en beta, lo que
sugiere que ambas sustancias apuntan al mismo mecanismo.
Además de los experimentos con líneas celulares,
también se demostró el efecto del fármaco de la malaria en organismos modelo:
el equipo de Stefan Kubicek y sus colaboradores (Martin Distel, CCRI Wien, Dirk
Meyer, Leopold-Franzens-Universität Innsbruck, Patrick Collombat, INSERM Nice,
Physiogenex, Labege) observó una mayor masa de células beta y mejora de la
homeostasis del azúcar en la sangre en peces cebra, ratones y ratas diabéticas
tras la administración de artemisinina.
Como los objetivos moleculares de las artemisininas en
los peces, roedores y humanos son muy similares, es muy probable que el efecto
sobre las células alfa también ocurra en los seres humanos. "Obviamente,
debe probarse el efecto a largo plazo de las artemisininas", dice Kubicek.
"Especialmente, se desconoce aún la capacidad
regenerativa de las células alfa humanas. Además, las nuevas células beta deben
protegerse del sistema inmunológico. Pero estamos seguros de que el
descubrimiento de las artemisininas y su modo de acción puede formar el
fundamento de una terapia completamente nueva de la diabetes tipo 1",
concluye.
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