Señales que tus riñones no trabajan bien y remedios
para prevenirlo
La función que realizan los riñones
es realmente importante para el organismo, ya que filtran a diario casi 200
litros de sangre con el fin de eliminar desechos del cuerpo a través de la
orina.
Sin embargo, muchos catalogan a los riñones
como los grandes “olvidados”, puesto que la mayoría desconoce que si su trabajo
no se realiza de forma adecuada puede que surjan problemas en el corazón y
hasta en los huesos.
De allí la necesidad de poder conocer más sus
funciones para cuidarlo, prevenir y hasta sanarlos.
Además, es muy importante conocer
todos los síntomas que avisan de que no están trabajando bien porque el proceso
de deterioro se puede detenerse con buenos hábitos. Incluso existen remedios
caseros que ayudan a evitar futuros problemas con los riñones.
Conoce, a continuación, las señales de que los
riñones están fallando.
Señales que los riñones no están
depurando bien
¿Has notado cambios en la
orina? Si tienes la sensación de no
vaciar bien la vejiga cuando vas al baño o notas presión en la zona, te
levantas varias veces por la noche a orinar pero no lo consigues o lo haces en
poca cantidad, puede ser una señal de que los riñones no trabajan a pleno rendimiento.
En cuanto al color, si la orina es muy oscura o con sangre es señal de
infección en la vías urinarias, piedras en el riñon o de insuficiencia renal,
porque los vasos sanguíneos de los riñones están dañados. Y si presenta
burbujas o un aspecto espumoso se debe a que hay proteínas que se pierden por
la orina.
¿Te sientes fatigada sin motivo
aparente? Ya hemos dicho que los riñones
son los responsables de estimular la médula ósea para que produzca glóbulos
rojos, a su vez responsables de transportar el oxígeno de los pulmones a todo
el organismo. Pero cuando el oxígeno no llega por una baja producción de
glóbulos rojos es normal que te sientas cansada.
¿Estás destemplada y te dan
escalofríos? La causa también puede ser un
mal funcionamiento de los riñones porque un nivel de glóbulos rojos bajos no
solo provoca cansancio y debilidad, también hace que te sientas destemplado o
te den escalofríos aunque no haga frío.
¿Te levantas con bolsas en los
ojos? Los riñones son los
responsables de mantener en equilibrio los líquidos existentes en el organismo.
Por eso, cuando bebes mucho, crean suficiente orina para que no los acumules en
exceso. Pero si la función de estos órganos disminuye, pierden la habilidad de
crear orina. Resultado: acabas reteniendo cada vez mayor cantidad de líquidos,
con lo que notas los tobillos más hinchados de lo habitual, sientes que el
calzado te va pequeño, te levaritas con bolsas en los ojos, se te hinchan las piernas
especialmente cuando llevas rato parada…
¿Tienes sensación de ahogo? El edema, o la retención de líquidos, puede provocar que también
se acumule líquido en los pulmones, originando sensación de ahogo o falta de
aire. Además, si no llega bien el oxígeno a todas las partes del cuerpo por la
falta de glóbulos rojos también aparece sensación de ahogo.
¿Sientes náuseas y te duele la
cabeza? El principal trabajo de tus
riñones es eliminar los desechos de la sangre. Cuando su función disminuye se
acaban acumulando en la sangre (especialmente urea, creatinina, fósforo y
potasio) hasta llegar a unos niveles perjudiciales para la salud. Es lo que se
denomina síndrome urémico o uremia. Provoca náuseas, vómitos, dolor de cabeza…
También es responsable de fuertes picores.
Cómo saber si trabajan bien?
Dos
sencillas analíticas revelan si los ríñones realizan bien su función
✓ Un
análisis de orina. Para comprobar si hay albúmina en ella, un tipo de proteína.
Tus ríñones están diseñados para mantener todas las proteínas del cuerpo y una
de las primeras señales de que no están funcionando bien es que la albúmina
entra en la orina.
Quizás
te interese saber sobre la hematuria o sangre en la orina
✓ Un
análisis de sangre. Para detectar la presencia de creatinina (un desecho que,
cuando los ríñones están deteriorados, les cuesta eliminar). Con este dato se
calcula tu TFG (tasa de filtración glome-rular), que es la capacidad a la que
trabajan.
Remedios
populares
Remedio
para prevenir daños en los riñones #1: Colocar
un rebanada de piña picada en la licuadora junto con una taza de agua de
pipa. Licuar por unos segundos y tomar un vaso de este jugo a diario.
Remedio
para prevenir daños en los riñones #2: Lavar y
partir por la mitad una manzana y colocar en la licuadora junto con un puñado
de arándanos lavados. Licuar por unos instantes. Tomar este jugo
todos los días.
Remedio
para prevenir daños en los riñones #3: Lavar y
picar peras y manzanas y colocar en la licuadora. Añadir 1/2 taza de agua y
licuar. Tomar cada 2 días.
Remedio
para prevenir daños en los riñones #4: Verter
1 cucharada de gatuña en una taza de agua. Tapar y dejar refrescar.
Colar y tomar 1 taza al día.
Remedio
para prevenir daños en los riñones #5: Hervir
1 taza de agua y una vez llega al punto de ebullición. Verter 1 cucharada de
cola de caballo. Dejar en reposo y colar. Tomar una taza a día.
Recomendaciones
Recomendaciones
nutricionales
Evitar
los refrescos de color oscuro, las
bebidas con sabor a fruta o los tés embotellados o en lata, ya que pueden tener
mucho fósforo.
No
excederse con las proteínas El
riñón limpia la sangre de desechos para expulsarlos a través de la orina, y uno
de los principales es la urea, que se forma de la descomposición de las
proteínas. Por eso, si te excedes tus riñones tienen que trabajar más para
eliminar la urea y esto puede dañarlos. Según la OMS, solo el 10-15% de las
calorías diarias deben proceder de las proteínas. Carnes rojas, lácteos enteros
y huevos son ricos en ellas
Controlar
la sal Si
tomas mucha, los riñones tienen dificultad para eliminar el exceso de sodio y
eso puede provocar sed y retención de
líquidos e hipertensión que pueden dañar los vasos sanguineos del riñón.
En este sentido, se aconsejan no superar 1,5 g de sodio. Recuerde que hay
sal oculta en muchos alimentos (embutidos, precocinados, quesos curados,
encurtidos…).
Recomendaciones generales
Evitar
la presión arterial alta debido
a que daña los vasos sanguíneos de los ríñones. Es un círculo vicioso porque si
los riñones se deterioran tampoco segregan la renina idónea, hormona necesaria
para regular la tensión.
Evitar
tener el azúcar elevado en la sangre Cuando
el azúcar permanece en la sangre en vez de descomponerse acaba obstruyendo los
vasos sanguíneos de los riñones. Y sin buen riego, no filtran bien y la
albúmina (una proteína) acaba en la orina.
Evitar
el consumo de antiinflamatorios como el ibuprofeno
Los antiinflamatorios actúan como un tóxico para el riñón. De hecho, un 10% de
los casos de insuficiencia renal se deben a la toma descontrolada y sin
supervisión médica de este tipo de fármacos. Esto ocurre si se toman con
regularidad y durante un largo periodo. Por eso, si hay que seguir un
tratamiento continuado debe consultarse con el médico para que los riñones no
corran peligro. Como medida puntual preventiva, cuando tomes un fármaco de este
tipo bebe bastante agua durante todo el día. Si se padece insuficiencia renal
está totalmente desaconsejado tomarlos.
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