lunes, 23 de noviembre de 2015

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¿Qué es la Diabetes?

En medicina, el término diabetes incluye dos situaciones patológicas diferentes: la diabetes mellitus y la diabetes insípida. Dichos trastornos no poseen relación patológica alguna, pues sus causas y procesos morbosos (etiopatogenia) son distintos, pero comparten ciertas manifestaciones clínicas (la excreción copiosa de orina, poliuria y la intensa sed, polidipsia) que han hecho que tengan idéntico nombre.
Generalmente, se usa el término «diabetes» para referirse a la diabetes mellitus, que es un trastorno mucho más frecuente y conocido que la diabetes insípida.

Diabetes mellitus:
La diabetes mellitus o diabetes sacarina se llama así debido a que la orina de las personas afectadas puede presentar glucosa y por tanto, tener olor y sabor dulce como la miel, de ahí su denominación latina: mellitus.
La diabetes mellitus no es una patología única sino un síndrome, por lo cual esta denominación incluye hoy en día a su vez, a varios tipos de afecciones diferentes pero con una característica común: la hiperglucemia y sus consecuencias.
Hay cuatro clases de diabetes mellitus:
La diabetes mellitus tipo 1: causada por la destrucción de las células Beta del Páncreas que conlleva, usualmente, a una deficiencia total de insulina (antes llamada insulinodependiente o diabetes juvenil)
La diabetes mellitus tipo 2: causada por resistencia a la insulina, con disminución de la producción o alteración en la secreción de la misma (antes llamada no insulinodependiente, generalmente iniciada en la adultez)
La diabetes mellitus gestacional (un tipo desarrollado durante el embarazo)
Otros tipos de diabetes mellitus (desarrollados en el contexto de otras enfermedades o trastornos que se asocian a la diabetes mellitus).
La diabetes tipo 1 la padecen entre 5 - 10% de los pacientes con Diabetes Mellitus. En general se diagnostica inicialmente en niños, adolescentes o jóvenes, aunque también la pueden presentar los adultos. En esta forma de diabetes, las células beta del páncreas ya no producen insulina porque el sistema inmunitario del cuerpo las ha destruido por un proceso autoinmune mediado por células. El tratamiento de la diabetes tipo 1 consiste en aplicarse inyecciones de insulina, comer de forma sana, realizar actividad física con regularidad, tomar aspirina todos los días (en el caso de algunas personas) y controlar la presión arterial y el colesterol.

Representa uno de los principales problemas de salud pública de México. Dicho país se ubica entre los de mayor número de casos registrados en el mundo.

Diabetes insípida:
La diabetes insípida o diabetes de agua es un trastorno relacionado con la deficiencia de la hormona antidiurética (también llamada vasopresina) o por una resistencia de los receptores renales a esta hormona, que ocasiona la excreción de grandes cantidades de orina muy diluida (poliuria) y consecuentemente aumento de la sensación de sed (polidipsia) para reponer el exceso de agua perdido por orinar.

Historia de la Diabetes:
En el siglo I el filósofo griego Arateus el Capadocio se refirió a esta enfermedad por primera vez con este nombre, aludiendo a la poliuria o mejor dicho a la eliminación de grandes cantidades de orina provocada por la diabetes.
En los siglos posteriores no se encuentra en los escritos médicos referencias a esta enfermedad, hasta que en el siglo XI, el médico y filósofo uzbeko Avicena (980-1037) habla con clara precisión de esta enfermedad en su famoso Canon de la medicina.
Después de un largo intervalo fue Thomas Willis quien, en 1679, hizo una descripción de la diabetes magistral para la época, quedando desde entonces reconocida por su sintomatología como entidad clínica. Fue él quien, refiriéndose al sabor dulce de la orina, le dio el nombre de diabetes mellitus (diabetes con sabor a miel), a pesar de que ese hecho ya había sido registrado cerca de mil años antes en la India, hacia el año 500.
En 1775 Dopson identificó la presencia de glucosa en la orina. Frank, en esa época también, clasificó la diabetes en dos tipos: diabetes mellitus (o diabetes vera), y diabetes insípida (porque esta última no presentaba la orina dulce).
La primera observación hecha a través de una autopsia en un diabético fue realizada por Cawley y publicada en la revista London Medical Journal en 1788. Casi en la misma época el inglés John Rollo, atribuyó la dolencia a una causa gástrica, y consiguió mejorías notables con una dieta rica en proteínas y grasas y limitada en hidratos de carbono.
Los primeros trabajos experimentales relacionados con el metabolismo de los glúcidos fueron realizados por Claude Bernard, quien descubrió, en 1848, el glucógeno hepático y provocó la aparición de glucosa en la orina excitando los centros bulbares. Ya en la mitad del siglo XIX, el gran clínico francés Bouchardat señaló la importancia de la obesidad y la vida sedentaria en el origen de la diabetes y trazó las normas para el tratamiento dietético, basándola en la restricción de los glúcidos y en el bajo valor calórico de la dieta. Los trabajos clínicos y anatómico-patológicos adquirieron gran importancia a fines del siglo XIX, en las manos de Frerichs, Cantani, Naunyn, Lanceraux, etc., culminando en experiencias de pancreatectomía en perros, realizadas por Mering y Mikowski en 1889.

Algunos aspectos del tratamiento de la diabetes mellitus:
El aspecto principal del tratamiento de la diabetes es tratar de mantener niveles de glicemia séricos lo más cercano posible a lo normal. Para hacer esto existen varias estrategias que se esbozan brevemente a continuación:
Dieta y ejercicio físico
Medicamentos Como las sulfonilureas y las biguanidas, tales como la metformina.
Insulina: La cual es de uso obligatorio en los pacientes con diabetes mellitus tipo 1 y que en el caso de la diabetes mellitus tipo 2 se reserva, habitualmente, para los pacientes que no logran mantener rangos aceptables de glucemia a pesar del uso adecuado de la combinación de dieta, ejercicios y medicamentos orales.

Complicaciones:
Las complicaciones de la diabetes mellitus pueden dividirse según su evolución en agudas y crónicas.
Entre las complicaciones agudas tenemos:
Cetoacidosis diabética: Condición grave y potencialmente letal que predomina en los pacientes con diabetes mellitus tipo 1 en la cual se produce una gran cantidad de cuerpos cetónicos provenientes del hígado en respuesta a la ausencia absoluta de insulina.
Estado hiperosmolar no cetósico: También conocido como "coma diabético" es la complicación aguda que predomina en los pacientes con diabetes mellitus tipo 2, en este caso el aumento de la glicemia y el estado de deshidratación conllevan a un aumento de la osmolaridad plasmática y se manifiesta principalmente por alteraciones neurológicas.
Hipoglucemia: como consecuencia del uso inadecuado de los medicamentos o la insulina o por ingesta inadecuada de alimentos.
Entre las complicaciones crónicas encontramos:
Retinopatía diabética
Cambios en la agudeza visual
Nefropatía diabética
Cataratas
Macroangiopatía diabética
Poliuria, polidipsia y polifagia. 
Pérdida de peso a pesar de la polifagia. 
Fatiga o cansancio. . 

Signos y síntomas menos frecuentes: 

Vaginitis en mujeres, balanitis en hombres. 
Aparición de glucosa en la orina u orina con sabor dulce. 
Ausencia de la menstruación en mujeres. 
Aparición de impotencia en los hombres. 
Dolor abdominal. 
Hormigueo o adormecimiento de manos y pies, piel seca, úlceras o heridas que cicatrizan lentamente. 
Debilidad. 
Irritabilidad. 
Cambios de ánimo. 

Náuseas y vómitos. 

Aliento con olor a manzana. 



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