domingo, 29 de noviembre de 2015

¿Que es la Diabetes Tipo 1?

¿Qué es la Diabetes mellitus tipo 1 (DM1)?
La Diabetes Tipo 1 (antes conocida como diabetes juvenil o diabetes insulinodependiente), el cuerpo deja de producir insulina. Cerca del 5 al 10 % de los pacientes con diabetes presentan el tipo 1, generalmente se desarrolla en niños o en jóvenes, pero puede ocurrir a cualquier edad. En general se presenta en personas delgadas o que tienen un peso adecuado.
La diabetes tipo 1 se presenta cuando las defensas del propio organismo (sistema inmune) destruyen las células beta del páncreas. Aun así no se sabe a ciencia cierta que la causa, los científicos creen que tanto la historia familiar de la persona como el medio ambiente (virus, en especial el Coxsackie B) juegan un papel importante para desencadenar este “proceso auto-inmune”.
Las células beta del páncreas son la “fábrica” donde se producen la insulina, y debido a que los pacientes con diabetes tipo 1 no pueden producir su propia insulina y la necesitan diariamente de dosis de insulina para sobrevivir.
Generalmente se les diagnostica diabetes tipo 1 a niños y adultos jóvenes. La insulina es la hormona necesaria para convertir el azúcar, los almidones y otros alimentos en la energía necesaria para la vida diaria. Solo 5% de las personas con diabetes tienen este tipo. Con la ayuda de la terapia con insulina y otros tratamientos, incluso los niños con diabetes tipo 1 pueden aprender a controlar su enfermedad y tener una vida larga, sana y feliz.


Síntomas de la Diabetes mellitus tipo 1 (DM1), abarcan:
Hay una gran variedad de síntomas para la diabetes tipo 1. Muchos de ellos pueden presentarse en forma súbita.
·         Fatiga
·         Aumento de la sed (polidipsia)
·         Aumento de la micción (poliuria)
·         Aumento del apetito (polifagia)
·         Náuseas
·         Vómitos
·         Pérdida de peso a pesar del aumento del apetito
·         Cambios de humor
·         Perdida del sueño
·         Visión borrosa
·         Ansiedad
·         Perder la sensibilidad o sentir hormigueo en los pies
·         Cara enrojecida
Todo depende de cada persona y tipo de metabolismo.

PREGUNTAS PARA SU MEDICO
Su médico puede ayudarlo a entender mejor la diabetes tipo 1 y sugerir lo que puede hacer para lograr un buen control. A continuación, se mencionan algunas preguntas que puede hacerle a su médico:
  • ¿Qué tipo de insulina debo inyectarme?
  • ¿Qué efectos pueden presentarse?
  • ¿Cuál es la cantidad de glucosa que debe tener en la sangre?
  • ¿Cuáles son los síntomas de una hipoglucemia (baja de azúcar)?
  • ¿Cuáles son los síntomas de una hiperglucemia (alza de azúcar)?
  • ¿Cada cuánto me debo medir el nivel de azúcar en sangre?
  • ¿A qué nivel de glucosa debo ponerme en contacto con usted?
  • ¿Qué debo hacer cuando me ponga mal?
  • ¿Cuándo debo buscar atención médica?
  • ¿Qué debo hacer si no me puse una dosis de insulina?
  • ¿Qué tipo de dieta y ejercicio me pueden ayudar a manejar adecuadamente la diabetes?
La diabetes mellitus tipo 1 (DM1)
es una enfermedad autoinmune y metabólica caracterizada por una destrucción selectiva de las células beta del páncreas causando una deficiencia absoluta de insulina. Se diferencia de la diabetes mellitus tipo 2 porque es un tipo de diabetes caracterizada por darse en época temprana de la vida, generalmente antes de los 30 años. Sólo 1 de cada 20 personas diabéticas tiene diabetes tipo 1, la cual se presenta más frecuentemente en jóvenes y niños. La administración de insulina en estos pacientes es esencial, ya que el páncreas no produce la insulina.
La diabetes tipo 1 se clasifica en casos autoinmunes. La forma más común y en casos idiopáticos. La diabetes tipo 1 se encuentra entre todos los grupos étnicos, pero su mayor incidencia se encuentra entre poblaciones del norte de Europa y en Cerdeña. La susceptibilidad a contraer diabetes mellitus tipo 1 parece estar asociada a factores genéticos múltiples, aunque solo el 15-20% de los pacientes tienen una historia familiar positiva.

Etiología de la Diabetes mellitus tipo 1 (DM1)

La mayoría de los casos de diabetes mellitus tipo 1, aproximadamente un 95%, son el resultado de una compleja interacción entre factores ambientales y genéticos, que provocan el desarrollo de un proceso autoinmune, dirigido frente a las células productoras de insulina de los islotes pancreáticos de Langerhans. Como resultado, estas células son progresivamente destruidas y el paciente desarrolla la deficiencia de insulina cuando la destrucción alcanza aproximadamente la cifra del 90% de las células de los islotes.
La influencia de los factores ambientales no se limita a iniciar el daño a las células productoras de insulina, sino que probablemente son responsables de mantener activada, acelerar o retardar su destrucción.

Causas genéticas de la Diabetes mellitus tipo 1 (DM1).

Existe un componente genético en la diabetes mellitus tipo 1, si bien no es suficiente por sí solo para iniciar el desarrollo de la enfermedad y se requiere de la interacción con ciertos factores ambientales.
La diabetes mellitus tipo 1 está fuertemente asociada a moléculas DR3 y DR4 del complejo mayor de histocompatibilidad (CMH) dentro del grupo HLA clase II. El 55% de los pacientes con diabetes tipo 1 expresa el HLA-DR3/DQ2. Otro alelo que se considera un importante factor de riesgo para desarrollar la enfermedad es el HLA-DQ8.
Los pacientes que expresan DR3 también presentan un riesgo elevado de desarrollar otras  endocrinopatías autoinmunes y enfermedad celíaca (EC).  Desde hace años se conoce la asociación de la diabetes mellitus tipo 1 y la enfermedad celíaca. Ambas enfermedades comparten mecanismos inmunológicos comunes y genes de susceptibilidad, HLA-II predominantemente, e incluso alguno del tipo I. Una revisión sistemática reciente encontró que aproximadamente un 6% de los pacientes con diabetes tipo 1 padecen enfermedad celíaca asociada, si bien la mayoría de los casos de enfermedad celíaca permanecen sin reconocer ni diagnosticar, debido a que suele cursar sin síntomas digestivos o estos son leves.

Factores ambientales que cusan  la Diabetes mellitus tipo 1 (DM1).

Las infecciones y la dieta se consideran los dos candidatos ambientales más probables.
Las infecciones virales pueden ser el factor ambiental más importante en el desarrollo de diabetes mellitus tipo 1, principalmente los enterovirus, probablemente por iniciar o modificar un proceso autoinmune. Se mencionan especialmente algunas infecciones víricas (rubeola, parotiditis y coxsackie B), en las que la respuesta inmune desencadenada contra las células infectadas por el virus se dirigiría además contra las células beta del páncreas.
Los factores dietéticos también son relevantes. Algunas proteínas presente en la leche de vaca, como la albúmina de suero bovino, tienen similitudes antigénicas con un antígeno de células de los islotes pancreáticos. Se ha observado una relación directa entre la incidencia de la diabetes y el consumo de leche de vaca per cápita. Por el contrario, los bebés alimentados con lactancia materna tienen un menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 1.
Algunos autores sugieren que la gliadina (fracción proteica del gluten) podría estar implicada en la patogénesis de la diabetes mellitus tipo 1, en individuos genéticamente predispuestos, y que la eliminación del gluten de la dieta puede proteger contra el desarrollo de la diabetes.
El aumento de nuevos casos de diabetes mellitus tipo 1 en niños menores de 5 años desde comienzos del siglo XXI ha sido explicado por un factor ambiental: la “hipótesis de la higiene”. Según esta teoría, la falta de exposición a patógenos en el niño favorece el desencadenamiento de la autoinmunidad. Un reciente estudio (2013) concluye que los parámetros relacionados con la higiene, tradicionalmente considerados como parte del estilo de la vida moderna, no juegan ningún papel importante en la etiología de la diabetes tipo 1.
La epidemia de diabetes mellitus tipo 2 y obesidad van unidas, pero se desconoce su relación con la diabetes tipo 1. Se ha intentado explicar mediante la “hipótesis del acelerador” postulada por Wilkin, que unifica la diabetes mellitus tipo 1 y 2 en una sola enfermedad, con la única diferenciación de la velocidad en la destrucción de las células beta.
Otros factores alimentarios se han considerado, como en un reciente estudio del año 2013 enfocado a analizar el enorme aumento en la incidencia de diabetes tipo 1 en Suecia, coincidente con cambios radicales de los hábitos alimentarios. Los investigadores especulan sobre las proteínas del trigo, la carne y la leche (particularmente leche baja en grasa o en polvo), la grasa de los alimentos procesados y las frutas exóticas.

Causas químicas de la Diabetes mellitus tipo 1 (DM1).

La estreptozotocina (antibiótico de amplio espectro) y el RH-787 (veneno para ratas), dañan selectivamente las células de los islotes pancreáticos y pueden causar diabetes mellitus tipo 1.

Otras causas de la Diabetes mellitus tipo 1 (DM1).

Otros factores en el desarrollo de la diabetes mellitus tipo 1 son los siguientes:
·         Pancreatectomía (extirpación quirúrgica del páncreas).
·         Ausencia congénita del páncreas o de las células de los islotes.
·         Daño pancreático derivado de ciertas enfermedades, tales como la pancreatitis crónica, la fibrosis quística, la talasemia mayor, el síndrome urémico hemolítico o la hemocromatosis.
·         El síndrome de Wolfram.
·         Trastornos cromosómicos, como el síndrome de Down, el síndrome de Turner, el síndrome de Prader-Willi o el síndrome de Klinefelter. El riesgo en los síndromes de Down y de Turner es aproximadamente del 1%.

Tratamiento de la Diabetes mellitus tipo 1 (DM1).

Los objetivos inmediatos del tratamiento son tratar la  cetoacidosis diabética y los altos o bajos niveles de glucemia (hiperglicemia e hipoglicemia según refiere). La aparición de los síntomas graves de la diabetes es súbita y de gravedad, por lo que es posible que las personas necesiten permanecer en el hospital. Las personas que la padecen deben recibir inyecciones diarias de insulina. Es muy importante el tratamiento médico de las personas con diabetes, ya sea tipo del tipo 1 ó 2, para evitar problemas y mejorar la vida de las personas con esta enfermedad.
Los objetivos a largo plazo del tratamiento son:
·         Prolongar la vida
·         Reducir los síntomas
·         Prevenir complicaciones relacionadas con la diabetes, tales como ceguera, insuficiencia renal, cardiopatía y amputación de extremidades.
Estos objetivos se logran a través de:
·         Autocontrol cuidadoso de los niveles de  glicemia  (con hemoglobinas glicosiladas seriadas cada 3 meses además de control de test de glicemias)
·         Educación por parte de profesionales, como nutricionistas, médicos, enfermeras o endocrinólogos.
·         Ejercicio continúo.
·         Cuidado de los pies.
·         Uso de insulina.
·         Planeamiento de las comidas y control del peso.

Insulina.

La insulina baja el nivel de glucemia permitiendo que salga del torrente sanguíneo y entre en las células del organismo. Todas las personas necesitan insulina. Las personas con diabetes tipo 1 no pueden fabricar su propia insulina y, por tanto, deben tomarla diariamente.
La insulina se inyecta generalmente debajo de la piel. En algunos casos, una bomba libera la insulina en forma continua.
Las preparaciones de insulina se diferencian por la rapidez con que empiezan a hacer efecto y su duración. El médico revisará los niveles de glucemia para determinar el tipo apropiado de insulina que se debe utilizar. Se puede mezclar más de un tipo de insulina en una misma inyección para así lograr el mejor control de la glucemia.
Las inyecciones se necesitan por lo general de una a cuatro veces al día. El médico o un educador en diabetes enseña a las personas que requieren insulina cómo inyectarse ellos mismos para obtener un autocontrol propio. Inicialmente, la inyección en los niños debe ser aplicada por uno de los padres u otro adulto y hacia la edad de 14 años se puede esperar que la mayoría de los niños se aplique sus propias inyecciones.
Las personas con diabetes necesitan saber cómo ajustar la cantidad de insulina que están tomando en las siguientes situaciones:
·         Cuando hacen ejercicio
·         Cuando están enfermos
·         Cuando estén comiendo más o menos alimentos e hidratos de carbono
·         Cuando estén viajando.
Cuidados cuando tienes Diabetes mellitus tipo 1 (DM1).

Dieta.

La planificación de comidas para la diabetes tipo 1 debe ser coherente para así permitir que el alimento y la insulina trabajen juntos para regular los niveles de glicemia. Si las comidas y la insulina no están equilibradas, los niveles de glucemia pueden subir o bajar, produciendo por tanto hiperglicemia e hipoglicemia. La mejor forma de sobrellevarla con una dieta es no comer azúcar
A continuación enumeraremos algunos puntos que debes de tomar en consideración:
·         Refuerce la explicación de la dieta prescrita y/o la dieta de reducción calórica.
·         Ayude a establecer objetivos realistas de reducción de peso.
·         Haga que el paciente y/o sus allegados calculen las necesidades dietéticas y escojan una dieta simple, reduciendo las comidas ricas en colesterol, grasas saturadas, sal, azúcar y alcohol.
·         Exponga la necesidad de ingerir las comidas y refrigerios a intervalos regulares planeados diariamente.
·         Insista en la necesidad de determinar los requerimientos adicionales de alimentos antes de realizar ejercicio mediante el uso de la monitorización de la glucosa sanguínea.

Actividad física.

El ejercicio regular ayuda a controlar la cantidad de glicemia llegando incluso a disminuir la cantidad requerida, al igual que quemar el exceso de calorías y de grasa para lograr un peso saludable.
Las personas con diabetes tipo 1 deben tomar precauciones especiales antes, durante y después de cualquier ejercicio o actividad física intensa. Es importante:
·         El calzado correcto, para evitar lesiones en los pies.
·         Controlar los niveles de glicemia antes y después de hacer ejercicio, para evitar hipoglicemias mientras se ejercita (como alimentos con hidratos de carbono o azúcar).
·         Llevar alimento que contenga un carbohidrato de acción rápida en caso de que los niveles de glicemia bajen demasiado durante o después del ejercicio.
·         Llevar un brazalete de identificación de diabéticos.
·         Hacer ejercicio todos los días y a la misma hora.
·         A medida que cambie la intensidad o duración del ejercicio, es posible la necesidad de modificar la dieta o medicamento para mantener el nivel de glicemia en un rango apropiado.

Autoexamen.

El control de la glucemia se hace verificando el contenido de glucosa de una pequeña gota de sangre. Dicha prueba se hace regularmente y le informará a la persona con diabetes qué tan bien están funcionando la dieta, los medicamentos y los ejercicios en conjunto para controlar la enfermedad.
Los resultados se pueden usar para ajustar la dieta, la actividad física o los medicamentos con el fin de mantener los niveles de glicemia dentro de un rango apropiado. Los exámenes generalmente se hacen antes de las comidas y a la hora de dormir. Cuando uno está enfermo o con estrés, se pueden necesitar exámenes con más frecuencia debido a que estos aumentan la cantidad de glucosa en la sangre.
Los exámenes brindarán información importante, por que posibilita los cambios necesarios para el mejoramiento en los cuidados y el tratamiento. Las pruebas identificarán el alto o bajo nivel de glicemia antes de que se desarrollen problemas serios.
El aparato para medir los niveles más exactos posibles de glucosa en la sangre es el hemoglucotest. Hay diferentes tipos de dispositivos. Normalmente, uno punciona el dedo con una aguja pequeña llamada lanceta para obtener una gota diminuta de sangre. Se coloca la sangre en una tira reactiva y se pone la tira en el dispositivo. Los resultados deben salir en cuestión de 5 hasta 45 segundos, según la máquina que se posea.
El hecho de mantener registros precisos de los resultados del examen le ayudará al diabético y al médico a planear la mejor manera de controlar su diabetes.
Las personas con diabetes deben hacerse revisar sus niveles de Hemoglobina glicosilada (HbA1c) cada 3 a 6 meses. El HbA1c es una medida del contenido promedio de glucosa en la sangre durante los últimos 2 a 3 meses. Puede ayudar el hecho de determinar qué tan bien está funcionando el tratamiento.

Cuidado de los pies.

La diabetes causa daños a los vasos sanguíneos y a los nervios, lo cual puede reducir la capacidad de uno para sentir lesiones o la presión en los pies. Uno puede no notar una lesión en el pie hasta que se presente una infección grave. Además, la diabetes afecta el sistema inmunitario del organismo, disminuyendo la capacidad para combatir la infección. Las infecciones pequeñas pueden progresar rápidamente hasta provocar la muerte de la piel y otros tejidos, lo que puede hacer necesaria la amputación.
Para prevenir las lesiones en los pies, una persona con diabetes debe adoptar una rutina diaria de revisión y cuidado de los pies que consiste en lo siguiente:
·         Revisarse los pies cada día e informar de cualquier úlcera, cambio o signo de infección.
·         Lavarse los pies todos los días con agua tibia y un jabón suave, y luego secarlos muy bien (especialmente interdigital).
·         Suavizar la piel seca con una loción o con vaselina.
·         Protegerse los pies con zapatos cómodos, que ajusten bien y que no queden apretados.
·         Ejercitarse a diario para promover una buena circulación.
·         Visitar a un podólogo para que identifique problemas en los pies o para que extirpe callos o callosidades en los mismos (importante: nunca tratar de extirpar las callosidades uno mismo, debido a la posibilidad de producir heridas graves que posteriormente será una complicación por infección o gangrena)
·         Quitarse los zapatos y las medias durante la visita al médico y recordarle que los examine.
·         Dejar de fumar, pues el consumo de tabaco empeora el flujo de sangre a los pies.
Para prevenir la lesión a los pies, hay que adoptar la rutina de revisar y cuidar los pies diariamente. Tomar medidas drásticas.

Tratamiento de la hipoglucemia.

El nivel bajo de glucemia, conocido como hipoglucemia, se puede presentar por demasiada insulina, demasiado ejercicio o muy poco alimento. La hipoglucemia se puede desarrollar rápidamente en los diabéticos y los síntomas aparecen particularmente cuando el nivel de azúcar cae por debajo de 60 mg/dl. Si este nivel se coloca por debajo de 40 mg/dl se pone en peligro la vida, pudiendo producirse coma y muerte.
Los síntomas más característicos son:
·         Cefalea
·         Hambre
·         Nerviosismo
·         Temblor
·         Sudoración Helada
·         Debilidad
·         Irritabilidad
·         Mareos
·         Dificultad para hablar
·         Perdida del conocimiento
Si estos síntomas se presentan y se tiene un equipo disponible para medir el nivel de glucemia, hay que hacerse el chequeo. Si el nivel está por debajo de lo deseado, hay que comer algo con azúcar: jugo de frutas, algunas cucharaditas de azúcar, o una gaseosa normal. Si no se tiene el equipo a mano, hay que consumir azúcar de todas maneras, porque no le puede hacer daño a corto plazo. Los síntomas deben desaparecer en cuestión de 15 minutos, de lo contrario, hay que consumir más azúcar y verificar nuevamente el nivel de glucemia.
Hay que vigilar a la persona muy de cerca. Si los síntomas empeoran (confusión, convulsiones o pérdida del conocimiento), hay que aplicar a la persona una inyección de glucagón. Si no se tiene glucagón, hay que llamar al número local de emergencias de inmediato.

Tratamientos de niveles altos de cetonas.

Cuando no hay suficiente insulina para movilizar la glucosa a las células, ésta se puede acumular en la sangre. El cuerpo busca entonces otras formas de energía y utiliza la grasa como fuente de combustible. A medida que las grasas se descomponen, unos moléculas llamadas Cuerpos cetónicos se acumulan en la sangre y en la orina. Las cetonas, en niveles altos, son tóxicas. Esta afección se conoce como cetoacidosis que si se mantiene en el cuerpo por un tiempo puede producir Coma diabético (Urgencia médica) e incluso a la muerte.
Los signos de advertencia de que la cetoacidosis está empeorando podrían ser:
·         Respiración rápida y profunda
·         Resequedad en la piel y en la boca
·         Rubefacción
·         Aliento con olor a frutas
·         Náuseas o vómitos
·         Dolor estomacal

Apoyo psicológico.

La diabetes es una enfermedad metabólica crónica que exige la adquisición de nuevas rutinas representadas, en su mayoría, por procedimientos médicos que son dolorosos o tediosos, pero indispensables para el control y la prevención de complicaciones posteriores. Además, supone cambios en los hábitos de vida, en la alimentación y en la actividad física. Ser consciente de que se tiene una enfermedad crónica puede percibirse como una pérdida del equilibrio, biológico, psicológico o social. Su diagnóstico supone un gran impacto para el individuo.
Entre otras razones, implica un cambio en el estilo de vida, puesto que la diabetes pasa a formar parte de su identidad. Cualquier pérdida pone en marcha toda una serie de emociones y sentimientos. Expresar esas emociones es la mejor garantía de una apropiada adaptación individual y familiar a la diabetes.
La información adecuada sobre la condición y la edad en que se diagnostica son dos factores relevantes que pueden determinar la forma en que se reacciona ante su descubrimiento. La percepción del mundo es diferente en cada etapa del desarrollo de la persona, de allí la importancia del enfoque multidisciplinario, que ayude al paciente a responsabilizarse gradualmente de su tratamiento.
Además, el diabético funciona en varios ambientes sociales, de los cuales el más influyente es la familia. La aparición de la diabetes en uno de los miembros tiene un impacto en las áreas de comunicación, integración marital y otros patrones de funcionamiento. Cada miembro difiere en la forma de enfrentarla, algunos son capaces de solucionar problemas y otros pueden usar al individuo o a su enfermedad como pretexto para explicar problemas no relacionados con la condición.
Muchas veces quienes rodean al diabético se empeñan en asegurar que el individuo no es "diferente", sin embargo, sí lo es, y en variados aspectos. Reconocer esas diferencias, sin enfatizarlas, puede conducir a un mejor ajuste emocional y social. Para ello es necesario el apoyo de familiares y personas que rodean al paciente diabético.
Seguimiento.
El control de un paciente con diabetes de tipo 1 debe personalizarlo su médico. Depende de la edad de enfermo, de los años de evolución, del grado de control glucémico y la presencia de complicaciones o no. Además, hay situaciones especiales como el embarazo, la obesidad, el ejercicio físico, o las necesidades individuales, que obligan a controles y medidas específicas. Este control individualizado suele incluir las siguientes pruebas:
·         Hemoglobina glucosilada (HbA1c): es un promedio trimestral del nivel de glucosa en la sangre. Esta prueba mide cuánta glucosa se ha estado adhiriendo a los glóbulos rojos y a otras células. Un nivel alto de HbA1c es un indicador de riesgo de sufrir complicaciones a largo plazo.
·         Inspección de los sitios de inyección
·         Medición de talla, peso y cálculo del índice de la masa corporal (IMC)
·         Control de la presión arterial
·         Examen de los pies, de la piel, de la agudeza visual y de los dientes
·         Perímetro abdominal
·         Tabaquismo
·         Historia familiar de enfermedad arterial
·         Examen de la retina dilatada
·         Colesterol, HDL y triglicéridos en suero
·         Cociente albúmina/creatinina
·         Debido a la elevada asociación, despistaje anualmente de enfermedad autoinmune asociada, incluyendo:19
- Anticuerpos antigliadina y antiendomisio (y/o antitransglutaminasa) para evaluar la aparición de enfermedad celíaca.
- Anticuerpos antiperoxidasa (anti-TPO) para evaluar la aparición de tiroiditis autoinmune.
Son las que precisan atención médica al momento
Complicaciones Urgentes
·        Hipoglucemia
·        Cetoacidosis
Complicaciones a largo plazo
·        Daños en los nervios: Se trata de un trastorno nervioso que lleva por nombre neuropatía diabética y es una complicación frecuente de largo plazo de la diabetes. Nuestro cuerpo está dotado de una compleja red de nervios que recorren todo el cuerpo y que a su vez conectan al cerebro con los músculos, piel y otros órganos.
·        El cerebro se vale de los nervios para percibir el dolor, controlar los músculos y lleva a cabo tareas automáticas como la respiración y la digestión. Una elevación desmedida de azúcar en la sangre puede dañar los nervios. Los especialistas han observado que el incremento de azúcar en la sangre debilita las paredes de los diminutos vasos sanguíneos que nutren a los nervios.
·        Problemas de erección.
·        Daño neurológico (neuropatía diabética).
·        Problemas oculares: incluyendo retinopatía diabética, desprendimiento de retina, glaucoma y cataratas Revisión de cada 6 meses o 1 vez al año.
·        Pie diabético, problemas en los pies: incluyendo cambios en la piel, insuficiencia arterial, neuropatía (inflamación de nervios en cualquier parte del cuerpo, es doloroso) y deformidades específicas en los pies (deformidad en valgo del dedo gordo, juanete, dedo en martillo y callos). El paciente debe de usar un calzado adecuado, tratamiento con el Podólogo y revisión diaria de los pies.
·        Infecciones de la piel, tracto genital femenino y vías urinarias. Se debe tener una buena higiene y revisión continua.
·        Enfermedad renal (nefropatía diabética) Se recomienda realizar una microalbuminuria en pacientes con más de 5 años de diagnóstico o en pacientes con escaso control.
·        Accidente cerebrovascular
·        Angiopatía diabética, enfermedad vascular, incluyendo bloqueo de arterias y ataques cardíacos
·        Dentro de las complicaciones cardiovasculares destacan:
Dolor en el pecho (angina). Accidente vascular. Estrechamiento de las arterías de las piernas y del cerebro debido a mala circulación sanguínea (enfermedad vascular periférica). Presión arterial elevada.
Pronostico.
El pronóstico para las personas con diabetes varía. Los estudios muestran que un estricto control de la glicemia puede prevenir o demorar las complicaciones en los ojos, los riñones y el sistema nervioso. Sin embargo, pueden surgir complicaciones incluso en aquellas personas con un buen control de la enfermedad.

Fuente: wikipedia.org

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